Xiomara Meyuy Herrera ejerce como asistente de investigación en el Centro NIHR LatAm Bolivia en Santa Cruz de la Sierra, en colaboración con la Universidad Privada Franz Tamayo (Unifranz), mientras cursa la Maestría en Epidemiología Clínica en Colombia. Su trayectoria refleja un compromiso profundo con las comunidades más vulnerables y la convicción de que los datos, cuando se interpretan con rigor y sensibilidad, son mucho más que cifras.
¿Qué programa de posgrado estudias y qué te inspiró a seguir esta área?
Curso la maestría en Epidemiología Clínica de la Pontificia Universidad Javeriana en Colombia. Mi motivación para seguir este camino surgió de experiencias claves: el valioso apoyo y guía de mis mentores en el área de investigación, mi trabajo de campo como asistente de investigación en comunidades vulnerables y centros de salud. Estas vivencias me permitieron identificar las brechas en el acceso a la atención en salud que enfrentan los pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles y condiciones de salud mental, debido a la escasez de evidencia científica local.
Durante esta trayectoria comprendí que los datos bien interpretados no sólo tienen el potencial de salvar vidas, sino que son fundamentales para la toma de decisiones y la transformación efectiva de políticas públicas. La epidemiología dejó de ser para mí simplemente números, y se convirtió en las historias de personas que necesitan cambios basados en evidencia. Fue esta comprensión la que me impulsó a postularme a la beca y especializarme en esta área para traducir los datos en acciones concretas que reduzcan las desigualdades existentes, en el ámbito de la salud mental, una de las realidades más olvidadas en nuestro sistema de salud.
¿Cuál ha sido el mayor reto en tu formación hasta ahora?
Uno de los mayores retos ha sido mi transición de asistente de investigación en Bolivia a estudiante de maestría en Colombia. Este cambio implicó no solo adaptarme a un nuevo sistema académico y cultural, sino también aprender a equilibrar las exigencias del posgrado con el cuidado de mi salud mental.
Esta experiencia me dejó tres aprendizajes fundamentales que me impactaron de manera positiva: el autocuidado como competencia profesional, ya que aprendí a priorizar tanto mis tareas académicas como mi bienestar, estableciendo límites saludables, buscando apoyo psicológico cuando era necesario e incorporando pausas activas en mi rutina. Entender la importancia de las redes de apoyo; construí desde cero una comunidad interdisciplinaria integrada por compañeros, mentores y amigos que se convirtió en mi sustento tanto emocional como académico. Y por último, al ver la investigación con perspectiva humana, comprendí que estudiar salud mental requiere primero cuidar de la propia, y que los mejores hallazgos científicos surgen cuando el investigador trabaja desde un lugar de equilibrio. Hoy aplico estos aprendizajes en mi trabajo diario.

¿Qué habilidad clave has adquirido en este tiempo?
Como asistente de investigación y estudiante de la maestría en Epidemiología Clínica, he desarrollado una comprensión clara y profunda de los fundamentos de esta disciplina, que abarca las principales medidas epidemiológicas, los distintos diseños de investigación y la aplicación del pensamiento poblacional a los complejos problemas de salud pública. Esta formación integral ha fortalecido mi capacidad para formular preguntas de investigación claras y relevantes, realizar búsquedas bibliográficas sistemáticas y evaluar críticamente la literatura científica, lo que incluye la identificación de posibles sesgos, la valoración de su validez interna y externa, y el reconocimiento de las limitaciones metodológicas que afectan la aplicabilidad de los resultados. Además, he adquirido experiencia práctica en la recolección y gestión de datos, y he desarrollado competencias esenciales en bioestadística clínica para la interpretación precisa de los hallazgos en investigación, incluyendo el uso de software estadístico tanto para análisis descriptivos como analíticos. Paralelamente, he aprendido a realizar análisis e interpretación de datos cualitativos. A lo largo de este tiempo, he cultivado habilidades de comunicación que favorecen una colaboración efectiva en equipos multidisciplinarios, y he aprendido a gestionar estratégicamente el tiempo para cumplir con los objetivos de manera eficiente.
¿Cuál es el tema de investigación de tu tesis o trabajo de grado?
Realidades invisibles: prevalencia y factores asociados de ansiedad, depresión y trastorno por consumo de alcohol, bajo el modelo de atención DIADA en Centros de atención primaria de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

¿Dónde te ves en cinco años con tu investigación?
En cinco años, con la ayuda de Dios, me visualizo liderando proyectos de investigación en salud pública centrados en salud mental en América Latina, con un enfoque especial en la integración de servicios de salud mental en la atención primaria. Aspiro a contribuir al desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia científica que reduzcan las brechas de acceso a diagnóstico y tratamiento de condiciones prevalentes e incapacitantes como la depresión, ansiedad y el consumo riesgoso de alcohol.
También espero consolidar una red de colaboración interdisciplinaria entre investigadores, profesionales de salud y tomadores de decisiones, para generar evidencia contextualizada y culturalmente sensible. Mi objetivo es que los datos de mi investigación no se queden en publicaciones, sino que se traduzcan en un referente para el desarrollo de intervenciones efectivas que mejoren la calidad de vida de las personas más vulnerables. Y claro, seguir aprendiendo siempre… porque en investigación, la curiosidad bien dirigida también salva vidas.
